"LO INCANSABLE" (DET OUTTRÖTTLIGA)
HARRY MARTINSON
Pronto se cansa el hombre, la vida no se cansa.
Pronto se cansa el ojo, la luz no se cansa.
Con infinita desesperanza para ti personalmente
se arrastrará libre por la espesura la cabrilleante serpiente
en la eternidad de las eternidades, y el lagarto de luz
trepará por el tronco y verá los caminos de la luna,
que yacen palpitantes en todos los mares.
Un día cuando todas las cortinas se conviertan en noche ciega
y la muerte corte abruptamente todos nuestros conflictos sobre la forma
el sol besará miles de millones de hojas
pero jamás nos buscará a nosotros en la espesura.
Quizás encuentre caballos de río,
los pesados hipopótamos, los inmensos devoradores de nenúfares,
y murciélagos durmiendo cabeza abajo
en las guaridas embriagadas del eco de los cambios.
Pero jamás ha obtenido nadie una respuesta,
una corriente sin respuesta fluye, resplandece, arde.
Una corriente sin respuesta fluye, resplandece, arde.
Ejercítate por tanto en el arte de soñar lo bueno
tan totalmente que tú puedas ser lo bueno plenamente,
y practica el gran arte del consuelo
que reúne de nuevo el coraje de tu corazón.
Tiéndete a través de la duda la mano a ti mismo
y proporciona con ella a la tierra de tu nostalgia interior
una simiente de significado para los años de tu futuro.
Y modélate en días soportables
un arte propio del pensamiento que lleve tu grito
hacia días todavía más soportables
y tierras todavía más soportables.
Pronto se cansa el ojo, la luz no se cansa.
Con infinita desesperanza para ti personalmente
se arrastrará libre por la espesura la cabrilleante serpiente
en la eternidad de las eternidades, y el lagarto de luz
trepará por el tronco y verá los caminos de la luna,
que yacen palpitantes en todos los mares.
Un día cuando todas las cortinas se conviertan en noche ciega
y la muerte corte abruptamente todos nuestros conflictos sobre la forma
el sol besará miles de millones de hojas
pero jamás nos buscará a nosotros en la espesura.
Quizás encuentre caballos de río,
los pesados hipopótamos, los inmensos devoradores de nenúfares,
y murciélagos durmiendo cabeza abajo
en las guaridas embriagadas del eco de los cambios.
Pero jamás ha obtenido nadie una respuesta,
una corriente sin respuesta fluye, resplandece, arde.
Una corriente sin respuesta fluye, resplandece, arde.
Ejercítate por tanto en el arte de soñar lo bueno
tan totalmente que tú puedas ser lo bueno plenamente,
y practica el gran arte del consuelo
que reúne de nuevo el coraje de tu corazón.
Tiéndete a través de la duda la mano a ti mismo
y proporciona con ella a la tierra de tu nostalgia interior
una simiente de significado para los años de tu futuro.
Y modélate en días soportables
un arte propio del pensamiento que lleve tu grito
hacia días todavía más soportables
y tierras todavía más soportables.
(Traducció de Francisco J. Uriz)
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